Reseña: Hija de humo y hueso

 Título: Hija de humo y hueso

Autora: Laini Taylor

Editorial: Alfaguara

Edición: Tapa blanda con solapas

Género: Juvenil – Fantasía

Páginas: 467

SINOPSIS

Karou es una estudiante de arte de 17 años que vive en Praga. Pero ese no es su único mundo. A veces, Karou desaparece en misteriosos viajes para realizar encargos de Brimstone, el monstruo quimera que la adoptó al nacer.

Tan misteriosa resulta Karou para sus amigos, como lo es para ella su propia vida: ¿cómo es que ha acabado formando parte de una familia de monstruos quimeras? ¿para qué necesita su padre adoptivo tantos dientes, especialmente de humanos? Y, ¿por qué tiene esa recurrente sensación de vacío, de haber olvidado algo?

De pronto, empiezan a aparecer marcas de manos en las puertas, señal de que la familia de Karou corre grave peligro, Karou tratará de cruzar al mundo quimérico para ayudarles, pero es perseguida por los serafines. Entre ellos se encuentra Akiva, un ángel arrebatadoramente hermoso al que Karou está unida de una forma que ni ella misma puede imaginar.

OPINIÓN

Después de tantas recomendaciones y buenas reseñas sobre este libro era cuestión de tiempo que dejara de resistirme. Aún con esas no iba con muchas expectativas al respecto y no he querido ni leer la sinopsis para no esperarme absolutamente nada, por lo que me ha sorprendido muchísimo.

Karou es una joven estudiante de arte que vive en Praga. Parece una chica totalmente normal, si acaso un poco misteriosa, sin embargo esconde un secreto o mejor dicho otra vida. Vive entre dos mundos. La familia que la adoptó al nacer son quimeras, monstruos que pertenecen a otro mundo, y viven en un lugar entre los dos mundos. Trabaja para Brimstone, lo más cercano a un padre para ella, recolectando dientes. Ella no sabe para qué utilizan los dientes, ni siquiera sabe nada de ella misma, todo en su vida son preguntas por resolver.   

Dejarte marchar, Karou , sería como abrir la ventana a una mariposa. Nunca esperas que vuelva.

Para empezar, algo curioso que me gustó en la historia es que Karou nunca miente, adora dibujar y en su cuaderno retrata su verdadera vida que enseña a sus compañeros de clase, se puede decir que es la conexión de esos dos mundos entre los que convive.

La trama desde el principio es cuanto menos curiosa y muy original, estuve a lo largo de la historia haciendo suposiciones sobre todo y no tenía razón en nada, guarda muchos misterios que poco a poco irán resolviéndose y tomando forma.  

La narración de Laini Taylor tiene algo que me ha encantado, una mezcla entre sencilla y dulce, con descripciones exquisitas. Además del maravilloso mundo que crea, entre la realidad y la fantasía.

Mantiene un ritmo ágil, por lo que me ha mantenido dentro de la historia y me ha hecho devorarlo en un par de sentadas.

En cuanto a los personajes, Karou es una de esas protagonistas femeninas que me gustan tanto, es valiente, fuerte e independiente. Sabe de sobra valerse por sí misma, día a día se enfrenta a personas “poco deseables” y  lo hace de maravilla. Aunque también tiene sus inseguridades. Más Karous en la literatura juvenil, por favor.

Akiva es un serafín, aunque este ángel es distinto a los que solemos encontrarnos; los serafines tienen alas de fuego y están criados para la guerra. Él aparece en la vida de Karou de repente y algo de ella le atrae así que decide acercarse a ella aún sabiendo que se rodea de quimeras, sus enemigos naturales.

Forma parte de la condición de monstruo no identificarse como tal. Es como el dragón que mientras estaba agachando en una aldea devorando doncellas escuchó a los campesinos gritas “¡Un monstruo!”, y se volvió a mirar.

El toque fresco de humor a esta historia lo pone Zuzana, amiga incondicional de Karou, un personaje que me ha encantado y me ha sacado más de una sonrisa.

Aunque toda la historia me ha gustado muchísimo con lo que más he disfrutado ha sido llegando al final la historia que hila todo el misterio, no quiero desvelar demasiado así que sólo decir que estaba leyendo y disfrutando como una enana.

El final es tajante, contundente, terminante, no sé muy bien cómo expresarlo sin una onomatopeya. Como que lo esperas, pero no, y ahí se acaba.

En definitiva, Hija de humo y hueso es un muy buen comienzo para una historia que  tiene todos los condimentos para situarse entre mis favoritas.