5.11.14

Algo que contar en Halloween - La historia -

Muy buenas personas bonitas que paseáis por aquí

Hoy os traigo la historia que propuse crear la semana pasada. No habéis participado muchos pero los que lo sí lo habéis hecho genial, de verdad.
¡Muchísimas gracias a todas!  

Os dejo con la historia completa, espero que os guste.




Me había quedado dormida en el sofá cuando un fuerte estruendo me despertó sobresaltándome, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y me incorporé poco a poco. Desorientada, buscaba con la mirada el lugar de procedencia y agudizando mis oídos a posibles nuevos ruidos pero por otra parte no quería escucharlos.

A veces, en el silencio de la noche, me tapo los oídos para no escuchar nada que no me gustaría oír. Aunque hoy ha sido demasiado tarde y no me ha dado tiempo a no oír cómo se rompían los platos contra el suelo, pero eso no era lo que me tenía asustada, sino el grito de terror de después. Un gritó que me heló la sangre en las venas y me hacia tiritar. El grito de alguien que yo conocía demasiado bien, el grito de Ana, mi mejor amiga, mi vecina desde hacía dos meses, mi hermana desde hacía años. Su grito revelaba un horror sin igual, que estremeció mi alma en lo más recóndito y yo dudé. 

No sabía si era mejor ir a ayudarla y enfrentarme a lo que pudiera haber allí, o quedarme donde estaba e ignorar todo lo que pasaba a mi alrededor. La segunda resultaba más tentadora, pero me decanté por la primera. Aún temblando, avancé por el pasillo hasta llegar a la habitación de Ana, y me arrepentí profundamente de haber ido allí porque lo que me encontré me heló por completo la sangre. 

Ana estaba colgada en medio de la habitación. Se había ahorcado con un cinturón, uno que yo le regalé por su cumpleaños. Pero algo no encajaba, ella no se había suicidado, sobre todo porque tenía unas horribles marcas en los brazos, marcas que parecían garras. Horribles y profundos surcos teñían sus brazos de rojo. Bajo su cuerpo colgante, un charco de sangre se extendía por el suelo, por lo que deduje que murió desangrada. El cinturón rodeando su cuello tuvo que ser posterior, como si tuviese algo que ver con camuflar un asesinato disfrazándolo de suicidio. Pero no me iban a engañar. 

Me agarré al marco de la puesta, las piernas incapaces de sujetar el peso de mi cuerpo, mirando sin querer creer lo que tenía ante mi. Su cuerpo destrozado y la cara de mi amiga desfigurada en una última mueca de terror. Me convulsioné, y vomité. Después, comencé a temblar. 

Y sonó el teléfono... durante varios segundos el teléfono continuó sonando como en segundo plano mientras observaba con horror el balanceo del cuerpo de Ana, la mueca de terror en su rostro, la sangre goteando... un golpe seco me sacó del shock, volviendo a ser consciente de la llamada telefónica. El teléfono se encontraba al fondo del pasillo, y mientras avanzaba dejando la habitación de Ana a mi espalda, mi pulso se disparó. Tenia que salir de la casa, pero continué acercándome al teléfono. Justo cuando iba a descolgarlo, dejó de sonar. Justo cuando escuché a mis espaldas unos suaves pasos...

Sentí un impacto. Todo se nubló y dejé de pensar, de ser consciente de todo.
Me desperté. Volvía a estar en el sofá, todo había sido un sueño pero lo sentía tan real…
La luz del nuevo día entraba por las ventanas y miré a mi alrededor con cautela. Todo estaba en orden, definitivamente había sido una horrible pesadilla, el temor aún me oprimía el pecho.
Me levanté ya más aliviada, Ana no estaba en su habitación, seguramente se quedó a dormir en casa de su chico. Exhalé un suspiro de alivio mezclado con una risilla nerviosa, no debería leer tantos libros de miedo.
Fui a la cocina a llenar un vaso de agua para tomarme una pastilla, me dolía mucho la cabeza seguramente sería de la misma angustia que, aunque dormida, había sentido.
Al atravesar el marco de la puerta tropecé y me di la vuelta maldiciendo, seguro que alguno de mis sobrinos se habría dejado la tarde anterior un juguete por el suelo para variar. No era ningún un juguete, sino el cinturón que le regalé a Ana. Ya no mantenía su color verde original, estaba bañado en un rojo escarlata. Sangre, sangre seca.
Nada había sido un sueño.



Muchas gracias a Tamara López, Laia, Valquiria, Lucía, Princesa de papel, Paola, Freyja Valkyria y Alice







9 comentarios:

  1. Gracias a ti :D
    Ha quedado genial <3

    ResponderEliminar
  2. ¡Gracias nuevamente a ti! Por estas iniciativas tan chulas que nos hacen despertar una parte "escritora" en tus seguidoras.

    Ha quedado muy muy guay!!! Vamos, sería curioso seguir leyendo sobre ello jajaja

    ¡Espero más iniciativas así, artistaza!

    Un besazo enorme =D

    ResponderEliminar
  3. Hola guapa!!

    Jo, pues quedó genial :D Cuando quieras proponer algo parecido, ¡yo me apunto!, jajaja. Esta cosas son muy originales, me encantan ^^

    Un besote!!

    ResponderEliminar
  4. Wow, ha quedado geniaaal!

    ResponderEliminar
  5. Ohhh, que chulada! *-*

    Cachis, ¿por qué no participé? T_T Te ha quedado muy bien!

    Un beso guapa!

    ResponderEliminar
  6. ¡Ha quedado muy chulo!
    Bueno, para cualquier otra ocasión de estas, cuenta conmigo, que me chiflan ^^
    Un beso :)

    ResponderEliminar
  7. Hoooola! Te ha quedado muy bien; yo sería incapaz de escribir así por eso no participé.
    Besos <3

    ResponderEliminar
  8. Te ha quedado geniaaal!! Gracias<3

    ResponderEliminar
  9. Gracias ti guapetona!! Una iniciativa super chula!! cuando repetimos!!!!! jajajajaja ha quedado genial el final!! :D

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...